jueves, 13 de octubre de 2011

RAMON DE CALA VISTO POR "IDENTIDAD ANDALUZA" I

 
Político societario y autonomista del País Andaluz. Nace en Jerez de la Frontera el 29 de Enero de 1827. Fallece en su ciudad natal de afección cardíaca el 12 de Julio de 1902.

En el origen y configuración del pensamiento de Ramón de Cala, hay que apreciar aspectos como su nacimiento en el seno de una familia de clase media, adscrita al pensamiento liberal-progresista; la influencia que en él ejerce uno de sus primeros maestros, Juan María Capitán, cuando realizaba los estudios de enseñanza media en su ciudad natal; y, sobre toso, no hay que olvidar que Jerez de la Frontera era una tierra latifundista y una fuerte injerencia del capital extranjero en la explotación y comercialización de los vinos, su principal base económica. Todo ello va a generar inquietudes societarias y económicas en las clases intelectuales de Jerez que, indudablemente, habría de pensar en la formación del joven Ramón de Cala.



Estos factores hacen que la base del pensamiento de Cala sea la conjunción de los principios liberales desarrollados en las doctrinas societarias; es lo que varios tratadistas denominan democracia-radical. Su posterior evolución hacia el pensamiento federalista de Pi y Margall, y, sobre toso, hacia su peculiar visión cantonal y autonomista del País andaluz, contaría con esta base.

Su actitud se inserta en el llamado socialismo humanitario. El mismo dice: <<se me ha dicho que alguno de los oradores han hecho alusión a mis opiniones socialistas… Se me figura que no es este momento de entrar en explicaciones sobre el socialismo y el individualismo; sin embargo, yo puedo decir que dentro de mi conciencia y de mi entendimiento están en armonía los derechos individuales con las teorías socialistas>>.



Pi y Margall
A partir de 1850 empieza a hacerse manifiesta su preocupación societaria. En 1854 era conocido como progresista exaltado, y desempeñaba el cargo de presidente de la Junta Revolucionaria de Jerez y de Síndico del Ayuntamiento hasta la contrarrevolución de 1856, en que pasa a la clandestinidad. Durante esta época la actividad de Cala es muy intensa, fundando comités y centros impulsores de su ideología, como el Casino de Trabajadores, que llega a tener un gran renombre considerándose como precursor de lo que posteriormente se llamarían Casas del Pueblo.



En esta situación de clandestinidad, Cala intentaría proseguir sus estudios (alterados por su intensa actividad política),   pero los tiene que interrumpir afectado por la epidemia de cólera-morbo que asoló Andalucía a finales de 1856. En octubre de 1860 se matrícula en Derecho Romano, Economía Política, Estadística, Derecho Político y Administrativo, Derecho Civil Español, Historia Universal y Geografía; pero de nuevo, al aplicársele el reglamento de asistencia a clase es dado de baja en su matrícula. Los certificados médicos que aporta para justificarse, encubren, probablemente, su dedicación a la política.

Jose Paul y Angulo

La defensa que hace del Instituto de Enseñanza Media de Jerez, cuando éste iba a ser absorbido por el de Cádiz, nos muestra el gran interés de Cala en todo lo que atañe a mantener y reavivar la cultura de su ciudad natal. <<…Extraviarse de Jerez la enseñanza, perder su mas noble y honroso establecimiento nuestra ciudad, la afamada en caudales, que gasta millones en tender hasta el mar el primer ferrocarril de Andalucía, que piensa arrancar un río de su histórico cauce, que proyecta suntuosos teatros y que, por último arrebatada por una humorada andaluza de rumbo y desprendimiento, concibe la idea de edificar una plaza de toros; extraviarse, repito, de Jerez la enseñanza por esconder quince mil duros, sería un fenómeno que nos mancharía la frente con los colores de la vergüenza… Y una idea que me queda por indicar, que tiene relación con la enseñanza, y concluyo: todos clamamos por el establecimiento de una Biblioteca Pública>>.






La participación que Cala tiene en el fallido pronunciamiento de 1866 le valió el destierro en Francia. Aprovechó este tiempo para hacer un estudio de la Comunidad parisina, publicando Los comuneros de París, al que la crítica le ha señalado el gran sentido histórico de este relato, indicando el excepcional valor del ejercitar la traslación de unos hechos ocurridos en Francia a nuestro país.



Fermin Salvochea
Las condiciones objetivas del descontento harían que la comarca gaditana se convirtiera en el punto central de la conspiración que derribaría a Isabel II. En el movimiento se coaligarían unionistas, progresistas y demócratas y en las Juntas coordinadora democrática nos encontramos desde los que eran verdaderos revolucionarios radicales hasta los atemporados oportunistas que en la confusión del momento político optaron por una acción a la que luego, habrían de poner condicionamientos.

Ramón de Cala
Cala empezaría a distinguirse de sus compatriotas demócratas radicales en su radicalismo andaluz. Cuando Paúl y Angulo habla de república, se refiere muy directamente a la implantación de un socialismo estatista, <<adjetivo éste que le diferenciaba fundamentalmente del de Ramón de Cala>>.



Fracasado el intento revolucionario de Junio de 1866, los demócratas radicales gaditanos comenzaron a preparar con Prim el pronunciamiento. Figuraba como agente de Prim, don Antonio Pérez de la Riva, quien realiza importantes contactos con las guarniciones de Sevilla, Ceuta, San Fernando y Cádiz. Le auxiliaban en su trabajo Ramón de Cala, Carrasco, Guilén, La Rosa y Salvochea.



Juan Prim
A pesar de la negativa de Prim, a que en el pronunciamiento participaran las milicias civiles populares, Cala y el grupo demócrata siguieron en su política de movilizar al pueblo y entregarle las armas. <<…En una reunión que se celebró en mi casa –escribe Paúl- para ponernos de acuerdo los que por la revolución trabajamos, llegamos a juntarnos algunos centenares de hombres, todos republicanos. Manteníamos una activa correspondencia con las principales poblaciones de la provincia; ninguno perdonaba penalidad ni esquivaba peligros cuando cedía en bien del fin común, y a pesar de ser escasos nuestros propios recursos pecuniarios, y de estar tan vigilante y despierta la policía, logramos enviar no pocas armas a Ceuta y repartir otras en la provincia de Cádiz…>>.

El sentido jerárquico militar de Prim y sus veleidades conservadoras hacía que no comprendiera y, por tanto, se opusiera a las acciones de movilización popular que proponían los demócratas Paúl, Guillén, y el propio Cala. El alzamiento que se había programado para el día 9 de Agosto se vio interrumpido, probablemente, por la reticencia de los generales ante la avalancha popular que organizaron Ramón de Cala en Jerez, Paúl y Angulo en Cádiz, y Pérez del Alamo en Sevilla. Estas dilaciones de los militares hacen que el partido demócrata y republicano forzara la sublevación, teniendo Cala un protagonismo evidente. Paúl escribe: <<Habiendo consultado a los ciudadanos Guillén, Cala, La Rosa, Salvochea y demás amigos, concurrí a una reunión que tuvieron  los señores Peralta, Ayala, Rancés y Vallín>>.



Los demócratas temían la posibilidad de un intento de proclamación real del duque de Montpensier, a lo que se oponían: <<…porque el pueblo andaluz era republicano>>, o al menos así lo creían Cala y sus compañeros.

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